Llama

Lama glama

Distribución

Este animal es abundante en la Puna o Altiplano de los Andes de Perú, Bolivia, Chile, Ecuador y Argentina.
La llama no es un animal que pueda encontrarse en la naturaleza dada su condición de especie domesticada. Su área de distribución natural corresponde a las montañas andinas de América del Sur pero hoy en día también se les encuentra en Norteamérica, Europa y Australia. Pertenece al hábitat de las tierras altas de los Andes y del Altiplano de Perú, en medio de climas templados y a altitudes de aproximadamente 4,000 metros sobre el nivel del mar.

Biología

Fue creado por los pueblos andinos nativos mediante selección artificial a partir del guanaco salvaje que fue domesticado y del cual, por lo tanto, la llama deriva.
Fue aprovechado al máximo por el imperio Inca: era utilizado como animal para sacrificios, se obtenía carne y lana de él, y era aprovechado como animal de carga (el único antes de la llegada de los españoles a América, si se exceptúan los perros de los trineos inuit o «esquimales»).
La llama posee un cuello largo y delgado y un pelaje grueso que varía del beige oscuro hasta el blanco, aunque el patrón más común es marrón rojizo con manchas blancas o amarillas. El rostro es estrecho con orejas redondas y un labio superior hendido. Tiene 32 dientes, de los cuales sobresalen sus incisivos inferiores. Sus patas están provistas de 2 dedos con almohadilla gruesa en las plantas.
La alimentación herbívora de la llama se compone mayoritariamente de líquenes, arbustos y casi cualquier tipo de vegetación que encuentre en las montañas.
La llama macho alcanza la madurez sexual a los 3 años de edad, mientras que la hembra comienza a aparearse cuando cumple su primer año de vida. Gracias a su poligamia, el macho dominante forma un harén de alrededor de 6 hembras en un área determinada; no permite que otros machos se metan a su territorio. El apareamiento se produce a finales de verano o principios de otoño

Status de conservación

Afortunadamente carece de mayores amenazas que pongan la vida de las poblaciones en un serio peligro. El número total de llamas en la actualidad se calcula en 3 millones y el 70 por ciento se encuentra en Sudamérica. La Lista Roja de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza aún no evalúa su situación.

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